La sordera infantil puede incidir gravemente en el desarrollo emocional, cognitivo y social del niño. Para evitar la evolución de la discapacidad auditiva e iniciar un tratamiento a tiempo es fundamental realizar un diagnóstico precoz.
Factores de riesgo de la pérdida de audición en niños
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 360 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición discapacitante. Y de entre ellas, 32 millones son niños.
Son muchas las causas por las que un niño puede nacer sordo: además de factores hereditarios, existen comportamientos durante el embarazo o complicaciones en el parto que pueden ser factores de riesgo para el bebé: la ingesta de medicamentos ototóxicos por parte de la madre, la prematuridad, malformaciones de la cabeza o cuello del bebé o los partos prolongados. Después del nacimiento, también hay que prestar especial atención a patologías como la otitis, paperas, sarampión o meningitis, que pueden dañar los oídos del niño. Para evitar la aparición de sordera, es recomendable seguir una serie de estrategias preventivas.
Diagnóstico de la hipoacusia en recién nacidos
La detección e intervención tempranas son fundamentales para minimizar las consecuencias de la pérdida de audición, en el desarrollo y rendimiento escolar del niño.
En España, la Comisión para la Detección Precoz de la Hipoacusia Infantil (CODEPEH), establece una lista con los principales factores de riesgo en los que es obligatorio realizar un estudio audiológico completo después del nacimiento.
La prueba de audición en recién nacidos es un tipo de audiometría, que consiste en colocar unos auriculares, a través de los cuales se envían unos estímulos sonoros, y unos electrodos permiten al profesional sanitario registrar la respuesta auditiva. Después de examinar los resultados, si el bebé no pasa la prueba, es esencial repetirla alrededor del primer mes de vida para contrastar los resultados. Si ocurre lo mismo, se derivará al bebé a la unidad de referencia para el diagnóstico de hipoacusia alrededor del tercer mes de vida.
Principales signos de alerta de la sordera infantil
Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), el síntoma de sordera más significativo es que el bebé no se sobresalte con los ruidos intensos. Al poco tiempo, se puede observar que no responde a las voces cuando le hablan, que resulta más evidente cuando al llamar al bebé desde atrás, éste no gira la cabeza. Otro signo de alarma es la falta de balbuceo por parte del lactante durante los primeros meses.
A partir del primer año de vida, el niño podría padecer pérdida auditiva si no comienza a aprender las primeras palabras que se le enseñan. Esa pérdida se traducirá con el tiempo en un retraso en el habla y en la forma de expresarse.
Consecuencias del retraso en el diagnóstico de la sordera
Diagnosticar la sordera infantil demasiado tarde puede presentar consecuencias a varios niveles relacionados con:
- Aprendizaje: el niño presenta un retraso en el aprendizaje en el colegio, no muestra interés por las actividades y tiene dificultad para memorizar. Acostumbra a copiar las actitudes de sus compañeros, le cuesta recordar indicaciones y aprender conceptos nuevos.
- Lenguaje: el desarrollo es muy lento y utiliza estructuras lingüísticas muy sencillas. Un niño con un déficit de audición tiene problemas para leer y escribir.
- Relaciones sociales: el niño acostumbra a distraerse con frecuencia, le cuesta participar en juegos con otros niños y tiende al aislamiento.
Ahora que ya conoces las causas y consecuencias de la sordera en niños, presta especial atención a los signos de alerta antes de los dos primeros años de vida del bebé para poder realizar un diagnóstico precoz e iniciar un tratamiento que evite futuras complicaciones.
Los bebés y niños pequeños están comenzando a explorar el mundo del sonido y los audífonos medicados en casos de hipoacusia que necesita tener, deben ser seguros y fáciles de usar para los padres.
Cuando un niño está deprimido, es importante proporcionarle estimulación auditiva lo antes posible.
En la mayoría de los casos, esto suele consistir en llevar un audífono correctamente adaptado todo el tiempo posible.
Los audífonos retroauriculares (BTE) son la mejor solución para este grupo de edad, que ofrece la comodidad, la seguridad y la seguridad necesarias.
Tenga en cuenta la dinámica de su familia cuando elija una solución de audífonos para su hijo. Se puede conseguir una comunicación familiar, sencilla y natural con la gran variedad de soluciones pediátricas como, por ejemplo, Phonak.
Buen artículo sobre la hipoacusia en niños.
Gracias por la serie de artículos de la “La sordera infantil: causas y diagnóstico precoz». Aunque trabajo con niños sordos, su información me ha sido de gran utilidad. A muchas personas que visitan mi blog les he compartido la dirección de su sitio web ¡Muchas gracias, sigan haciendo artículos tan buenos!
Sergio de Mexico
¡Muchas gracias por tu comentario, Sergio!
Muy completo el articulo y sirve de guia sobre todo para los padres noveles que muchas veces llegan asustados con sus niños y dicen tener problemas de sordera.
¡Gracias por vuestro comentario!